La Ardilla Roja de Julio Medem (1994)

16 de Abril de 2008
Necesidad. Ese es el motor alma-sangre que tiene el protagonista, Jota, durante el transcurso narrativo de la historia.
Reluciendo actitudes de los personaje que definen su perfil psicológico y manifiestan de manera clara un estado de busqueda extremo, uno se embarca a la historia de inmediato.
Muy lejos esta el espectador de sentir odio o antipatía por el protagonista, ya que todas las mentiras que construye son para salir y calmar ese presente vacío que lo acecha. El director mantiene una tension hasta el fin de la película de manera exitosa y muy inteligente. Valiéndose de armas como los sueños, logra profundizar el perfil emocional de los personajes. El director genera un clímax de extrañeza, apelando a la “viveza” del espectador para poder entender todos los guiños y señales que nos llevaran al desenlace del film.

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